Demencia: ¿Mis padres en Alemania todavía son capaces de otorgar testamento?

Como abogado doctorado en derecho sucesorio internacional, es mi intención ofrecerle en este artículo una visión de la compleja materia. Al fin y al cabo, el estado mental de los familiares queridos, especialmente de los padres, es de suma importancia a la hora de redactar testamentos jurídicamente válidos.

Por ello, a continuación analizaremos en profundidad el concepto de capacidad testamentaria, destacando las repercusiones de la demencia en dicha capacidad y ofreciéndole ideas útiles sobre cómo actuar legalmente en esta difícil etapa. Mi objetivo es apoyarle con información comprensible para que pueda tomar decisiones informadas y acordes con las disposiciones legales aplicables.

1. Capacidad legal ≠ Capacidad testamentaria

a) Capacidad legal

Muchas personas conocen sobre todo el concepto de capacidad jurídica. Se trata de la capacidad de realizar actos jurídicos de forma independiente y vinculante. A partir de los 18 años de edad una persona tiene plena capacidad jurídica si no presenta un "estado de trastorno mental patológico". El poco manejable término "trastorno mental patológico" se refiere principalmente a discapacidades mentales (considerables), delirios o alucinaciones, así como -precisamente- demencia.

b) Capacidad testamentaria

La capacidad para otorgar testamento debe evaluarse independientemente de la capacidad legal. Una persona es incapaz de otorgar testamento si es incapaz de formar su voluntad libremente y sin verse influida por una alteración de su actividad mental relacionada con una enfermedad y de actuar de acuerdo con las percepciones correctamente adquiridas.

Esto significa que el hecho de que una persona ya no sea legalmente competente no significa que automáticamente ya no sea capaz de otorgar testamento.

Para tener capacidad testamentaria, es necesario que su padre o su madre puedan actuar de forma autodeterminada y tomar decisiones bajo su propia responsabilidad. Para ello son fundamentales tres elementos:

1. Conocimientos sobre la elaboración de un testamento: Su padre o madre debe entender que se está haciendo su testamento y comprender lo que significa hacer su propio testamento.
2. Capacidad para valorar las disposiciones individuales: También debe comprender qué disposiciones está realizando. Debe tener claro a quién "favorece" o "perjudica" (en qué medida) en el testamento. Es cierto que para ello no se necesitan conocimientos profundos de derecho, siempre que, por ejemplo, un abogado o un notario presten asesoramiento especializado. Pero la conciencia de que está desheredando a uno de sus hijos, por ejemplo, es necesaria.
3. Capacidad de obrar: Su padre o madre también debe tomar las disposiciones de forma independiente, lo que significa que las decisiones no pueden ponerse en boca de otras personas. Su padre o madre debe ser capaz de sopesar las ventajas e inconvenientes de forma independiente. No es obligatorio que pueda (todavía) leer o escribir.

Si se cumplen estos requisitos, por lo general se puede suponer que la persona tiene capacidad para otorgar testamento. Esto significa que el testamento puede otorgarse de forma legalmente válida.

2. Contenido del testamento

a) Dependencias emocionales y reales

A medida que avanza una enfermedad cognitiva, se vuelve cada vez más necesario el apoyo de personas cercanas y cuidadores. A menudo, debido al cariño en los últimos años de vida, se desarrollan vínculos emocionales en los que la vida antes de la enfermedad queda en el olvido en el sentido más literal (y brutal) de la palabra. Como paciente con demencia, redactar un testamento en el que todos los posibles herederos se sientan tratados debidamente se convierte rápidamente en un objetivo imposible.

b) Control de la voluntad y ejercicio de poder

Para que un testamento sea declarado nulo a posteriori porque el testador ya no era libre al formar su voluntad, se deben cumplir y demostrar muchas condiciones. Un ejemplo sería, si un familiar cercano pone – en presencia de testigos imparciales – a la persona con demencia ante la "opción" de incluirlo generosamente en el testamento o de suspender la atención, de la cual la persona con demencia depende. Esta forma de extorsión suele conducir a la nulidad del testamento. Sin embargo, si los familiares cercanos o los cuidadores no ejercen una presión significativa, una persona demente con capacidad testamentaria puede decidir libremente en su testamento cómo "recompensar" la atención sanitaria.

3. Demostración de la incapacidad testamentaria

Demostrar la incapacidad testamentaria después del fallecimiento es muy difícil y generalmente solo es posible con pruebas médicas y diagnósticos pertinentes. Lo mismo ocurre con los testamentos cuyo contenido no fue elaborado de manera voluntaria.

4. Evitar disputas después de la muerte

Sin embargo, si el testamento fue redactado por un testador con demencia y uno de los posibles herederos se siente perjudicado, puede dar lugar a conflictos extrajudiciales o judiciales. Estas disputas no solo son costosas para todas las partes involucradas, sino que también son extraordinariamente largas y a menudo impiden que los sobrevivientes puedan despedirse adecuadamente del fallecido. Más bien, aseguran que incluso años después del fallecimiento, el tedioso tema de la herencia todavía no se haya resuelto definitivamente, que los activos bancarios estén bloqueados, que las propiedades no puedan venderse y, en última instancia, todas las partes pierdan.

Por esta razón, cuando las facultades mentales de los familiares queridos comienzan a disminuir, es crucial tomar precauciones legales sólidas para evitar incertidumbres y disputas. A este respecto, le ofrezco mi experiencia y apoyo para ayudarle a navegar por estos delicados asuntos de forma adecuada. Una planificación estructurada de la sucesión no solo garantiza el cumplimiento de las disposiciones legales, sino que también asegura que se respeten los intereses y deseos de los familiares.

Ese es mi objetivo, ni más ni menos.